Muchos de mis amigos me preguntan cómo un tipo de Zaragoza puede ser aficionado del equipo de baloncesto de Badalona. Lo siento, pero no tengo una respuesta en condiciones. Simplemente desde que tengo uso de razón me emocióno con los verdinegros. Lo mío con el Joventut es pasión llevada al punto de el fanatismo. Todavía recuerdo cómo estampé una silla contra la pared de la habitación de mí hermano en la final de la liga europea cuando "Papi" Thompson anotó un triple inverosimil en el último segundo dándonos la victoria en un auténtico "infierno griego".Abrí las puertas del balcón y empecé a gritar cómo un loco ante la mirada atónita y la posterior bronca de mi padre.
Luego pasamos unos años de distanciamiento en los que el equipo se empeñaba en jugar mal y acabar al borde del descenso. No volví a sonreir hasta hace bien poco que por lo que parece, volvemos a dar guerra y a estar en la pomada.
Atrás quedaron los años gloriosos de triunfos ligueros y europeos. Ahora parece que un gran entrenador (Aíto García-Reneses) con una gran plantilla liderada por un chaval de tán sólo 17 años (Ricky Rubio) nos van a volver a meter en la parte de arriba de las clasificaciones.
Vuelvo a sonreir, vuelvo a ser feliz, a ver la vida desde otra perspectiva. Mira, igual hasta me echo novia.
! Forca Penya!
P.D.: La foto no está trucada, es el auténtico "Magic Jhonson" vistiendo la camiseta del Joventut, eso sí, en un acto promocional, ¿eh?
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