Como republicano confeso que soy, me pone del corazón comprobar cómo la família real española disfruta del patrimonio nacional mientras dilapida parte de mis impuestos en su más que lúdica existencia. Cada vez que un miembro de dicha família es llegado a este mundo, para mí, en vez de convertirse en una alegría, se transforma en un pinchazo en este corazón cada día más atormentado por la hipoteca. Así que cuando asisto a una irritada salida de tono por parte del Rey provocada por ese tocapelotas profesional que es Chavez, (merecedor de un capitulo, por cierto) me descojono vivo.Dales caña, Hugo! Que aunque no me caigas bien, peor me cae el Rey.
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