lunes, 19 de noviembre de 2007

"La oreja de Vangogh" se separan!

Dios existe!
No, no me he vuelto creyente de repente. A este agnóstico convencido la vida le sorprende de vez en cuando con notícias tán deliciosas que sólo puedo pensar que hay un dios en alguna parte.
La de veces que me he cagado en él al tener que soportar alguna de las creaciones de esa pandillucha de malos músicos encabezados por ese desagradable experimento mezcla de cerdita Peggy con holandesa hasta el cajón de garrafón en Salou.
Me produce verdadera irritación tener que escuchar la vocecilla agudo-nasal de la vacaburra en cuestión, me produce potaderas, me encoge el pito y, señores míos, con la entrepierna de este hombre no se juega.
Por todo esto comprenderan ustedes que sea un gran día para mí, y espero que para todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad musical.
Para que mi felicidad fuera completa debería darle una embolía a Chayanne, atacar con pistolas electricas cual turista polaco en Canadá a Nena Daconte, que le explotaran las almorranas a Ricky Martin (leáse Martin y no Martín, ojo!) y que Tata Golosa leyera mi blog con los ojos en un plato vinagre. Pero que le vamos a hacer, Roma no se hizo en un día.
Ahora, seguramente me empezarán a atormentar los fantasmas de una más que posible carrera en solitário de la pedorra esta, pero de momento el día no me lo jodes ni tú, Amaia.

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